escrituras , pensamientos, y reflexiones de una mina común...

las letras podrían ser femeninas

20.06.2012 11:34

Las letras podrían ser femeninas…

 

“Las letras podrían ser femeninas…”, es el título de este trabajo que anuda  tres escrituras anteriores, “está escrito”[1]“¿por qué escribir?[2] y “el alma-a-tres”[3]. Textos presentados  en distintos ámbitos y en distintos momentos de mi formación, donde a mí,  ya me interrogaba la cuestión de la escritura, la literatura, el vacio, las letras, las mujeres y la feminidad.

 “Abarrancamientos de la escritura en lo real” [4],  permitió anudar y darle un nuevo sentido , a lo que en principio  fue  una aseveración , afirmativa  necesaria para ser cuestionada , que arrojo otra cosa , una letra mas intima , escrita desde  y con el alma. Así ubico, por estos días a aquellos  tres… y a este cuatro.

Para comenzar, entonces, tomo dos citas,  de caballeros que suelen acompañarme en esta búsqueda:

El primero  de ellos, es Jaques Lacan, que en el seminario XXI dice: “…es siempre de una referencia a la escritura que lo que en el lenguaje puede ser situado encuentra su real”[5]

Y,  el segundo, es de Jorge Luis Borges que en alguna conferencia, allá por los años 70 decía: “…el lenguaje es un fenómeno estético (…) ya el hecho de que haya una palabra para nombrar el silencio es una operación y una creación estética (…) La poesía es un descubrimiento  y una experiencia, que es ese momento muy extraño, en el cual el poeta concibe la obra, allí donde, va descubriendo o inventando la obra. Porque, según se sabe, en latín, descubrir e inventar son sinónimos”[6]

 Hablar siempre de lo mismo, es algo que nos concierne, en tanto analistas y analizantes. Mismidad que se escuchara en discurso y que en sus vueltas adelantara alguna diferencia. Variete, que si es leída, se escribirá, encontrándose allí una letra, que iluminara algún dicho, luz fugaz, que provocara un corte, soportado en el decir de aquel que habla.[7]

En el horizonte, entonces, una letra. Pliegues y Relieves de un discurso, que resuenan solo por lo que el mismo invoca,  a través del enigma que una pregunta conlleva.

¿Por qué escribir?[8], Insistencia de aquello, que “me” invoca y “me” evoca otros tiempos, distintos tiempos donde se escribió, y que precisamente por eso mismo,  producen hoy una re-escritura o alguna otra escritura de lo que alguna vez se arrojo. Es lo actual que tiene que ver con el pasado, enigma mediante, que injertara, otra cosa.

Cesa, entonces, de no escribirse,  paradoja que inscribe una duplicidad imaginaria, al menos dos, que ubica en principio que nada hay. Instantes concluyentes frente a la hoja en blanco que nos muestra que en esos “momentos decisivos, somos extranjeros a nosotros mismos”.[9]

Se tratara, entonces,  me digo, de explorar esa ajenidad, esa extrañeza, de la que habla Borges, para incluir lo no-reconocido de aquello que pide y reclama por “ser escrito”

Lo enigmático es lo no sabido que sabe, L’ une bevue[10], que de entrada plantea una feminización del tropiezo, que nos sale al paso  sorpresivamente, por ejemplo en un sueño, pieza probatoria,[11] materialidad, que es tres, “el alma a tres”[12].

Así se escribe este trabajo, enmarañado, revuelto, desordenado; extrayéndose de allí algunos  fragmentos del ensueño  que desata lo insabido  para convertirse en: “Las letras podrían ser femeninas”, encontrándolas y rescatándolas, a modo de hallazgo en el corazón de una quimera, que empalma con el vacio del amor.[13]

 Punto de inicio, este, entonces, a reconocer, y que sin embargo  no es origen, pero que es inevitable ubicar para adentrarme en lo no calculado, en lo impensado de una escritura que me es necesaria y que aun no sé donde culminara.  

Es cierto que, hubo un momento  de afirmación,   donde estuvo   la creencia, de saber a dónde iba, que es lo quería decir, el “está escrito”[14] me habitaba. Lugar asertivo, que es preciso subvertir y calar para que el descubrimiento  o nuestro propio invento emerjan como nueva ficción.

En principio entonces la confusión que intenta echar luz, enjambre de significantes, que apuntan a  bordear el misterio de la escritura y la feminidad. Luces errantes, sombras del pasado[15], que me llevan al silencio. “El silencio primordial”[16] que revela y traza  en la hoja en blanco.

 Es a partir de esa “mudez” que  surge cierta luminosidad sobre el fondo oscuro del enigma, que hará sombra. Lo que se revelará  entonces, es una verdad a medias, se mostrara “un aspecto de lo invisible”[17] .

Lacan lo dice a su modo: “Lo que la luz produce parte de ese campo que se define a sí mismo como el de la verdad. No obstante, ella debe tener un efecto eficaz sobre lo que producía opacidad. La luz, en cuanto  luz, que ese campo propaga en cada momento, proyecta una sombra y es esta sombra la que tiene efecto. Por eso a esta verdad misma siempre tenemos que interrogarla sobre su estructura de ficción”[18].

Se desprende, entonces,  de este modo una idea: en nuestra práctica, construimos versiones sobre las que operamos, echando luz con un instrumento  de cimentos poéticos,  la interpretación analítica, que  adquiere así  una dimensión particular, ya que recorta sobre un vacio alguna forma que despliega otro sentido.

 Son esas zonas, esos bordes, entre verdades y ficciones, que me entrelazan con y a  la literatura. Topándome así y precisamente allí, con la escritura de Otras, Alejandra Pizarnik , Clarice Lispector , Marguerite Duras,  que ejercieron su función y me mostraron como y que se hace con el silencio , con la hoja en blanco ; como se erosiona el lenguaje, por dónde ir… Elegí entonces encallar[19], quedar varada, comprometida en una situación de difícil salida, para echar luz, aunque sea por algún instante a esas grietas que acechan[20].

Resquicios que interrogan: ¿Qué es la escritura? ¿Qué es la feminidad? Y como siempre y por estructura, es en referencia a esa función de lo radicalmente otro, llave que apertura el propio deseo, aprehendí,  que las mujeres, una a una, mientras escriben, se escriben…marcan trazos, borronean, subrayan, cifran, rasguean y garabatean letras que terminan firmando y nombrándolas en su feminidad, para luego volver a perderla, en la vacuidad del enigma, reencontrándose cada vez…

Escribo sobre el “abarrancamiento de la escritura” en una mujer, allí donde encalla, lugar donde se sitúa el vacio posibilitador de algún “invento”, silencio primordial que hace trazo.

Es con este mutismo con el cual una por una nos las tendremos que ver, a diferencia del hombre en donde su órgano hace ruido, le hace ruido, aturdimiento masculino que tendrá que silenciar para poder realizar ese pasaje hacia la letra. Del lado hombre, entonces,  el problema está en el chillido genital que tendrá que acallar, del lado mujer el atolladero es el silencio. Es de este modo, como cada uno abordara el asunto de distinta manera, y es por esto mismo, que si “las letras podrían ser femeninas…”, tal como indica el titulo de este trabajo, eso no significa que sean patrimonio de las mujeres, simplemente tienen ese rasgo por estar constituidas intrínsecamente, ellas mismas, por una lógica del no-todo.

Es la presencia de una ausencia, la que hace escritura, allí donde el vacio aparece, no quedaría otra cosa más que escribir…Sin embargo, no es lo mismo hacerlo  desde el silencio, inmersa en el, aspirada por él, como le sucede a  Pizarnik , “yo me acallo” [21]dirá ella  , que hacerlo con el silencio primordial, donde Lispector y Duras encallan  , bordeando el silencio que lo sexual comporta.

 Y allí las tenemos a ellas, no comprendiendo demasiado, como le sucede a Margueritte con Lacan, “me dejo estupefacta, con su frase” comenta ella. Lacan, había dicho en relación a Lol V. Stein y a su escriba: no debe de saber que ha escrito lo que ha escrito. Porque se perdería y significaría la catástrofe “.

Para mí, dice Duras, “esa frase se convirtió en una especie de identidad esencial, de un derecho a decir absolutamente ignorado por las mujeres”.[22]

Estas damas de la literatura,  a las que me refiero, son capaces de escribir cosas tales como estas,  me dona sus letras Clarice Lispector: “será preciso valor para hacer lo que voy a hacer: decir. Y arriesgarme a la enorme sorpresa que sentiré con la pobreza de la cosa dicha. Mal la diré y tendré que agregar ¡no es eso, no es eso!. Pero también es preciso no tener miedo al ridículo (…) no tengo palabra para decir ¿Por qué no me callo entonces? , porque si esforzase la palabra la mudez me absorberá para siempre en las olas. La palabra y la forma serán la tabla, entonces, donde boyare sobre oleadas de mudez”[23]

Cae, de este modo en mí ,  como resto, otra escritura ,y es que, por el mismo hecho de acarrear esa particularidad que las define y que intento desplegar, se corre el riesgo, tanto en las  letras, como en la feminidad, de no ser entendidas, de quedar atormentadas o atomizadas en el sin sentido. Es por esto mismo, que siempre buscamos una referencia, y la encontramos en él, el falo, que nos hace de faro, para guiarnos en nuestras pérdidas y en nuestros desvaríos en tanto hace límite entre simbólico y real,  permitiéndonos encontrar otro sentido. Recupero de otro goce que no es sin transitar por ese silencio, por la página en blanco, por el vacio primordial, para que por fin, algo pueda escribirse, estando advertidas que habrá siempre una letra a interpretar y que también habrá algunas sombras que nunca…nunca se escribirán…[24]

 

 

Gabriela Aristegui

Congreso de Convergencia en Porto Alegre

Junio 2012

 

 

 

 



[1] Trabajo presentado en las Jornadas Internas de la E.F.L.A , diciembre 2008

[2] Trabajo presentado en el Lacanoamericano de Bahía Blanca , noviembre 2009

[3] Trabajo presentado en el Lacanoamericano de Brasilia , septiembre 2011

[4] Grupo de convergencia al que pertenezco “abarrancamientos de la escritura en lo real”

[5] Seminario XXI , Los Nombres del Padre

[6] Borges Literal ,Ciclos de Conferencias dictadas en el Teatro Coliseo de la Ciudad de Buenos Aires en los meses de Julio/Agosto del año 1977

[7] Jaques Lacan , L’etourdit , EFBA , Revisión realizada por Silvia Amigo y Víctor Iunger

[8] ¿Por qué escribir? , Referencia al trabajo presentado en el Lacanoamericano de Bahía Blanca , noviembre 2009.

[9] George Steiner

[10] Jaques Lacan , Seminario XXIV , L’insue

[11] En referencia al texto de Sigmund Freud “un sueño como pieza probatoria”

[12] “el alma a tres” , trabajo presentado en el Lacanoamericano de Brasilia , septiembre 2011

[13] Jaques Lacan , Seminario XXIV , L’insue , allí se lee: “el amor es nada más que una significación (…) , el deseo tiene un sentido pero el amor , el amor es vacio”

[14] “Está escrito” , trabajo presentado en las jornadas internas de la E.F.L.A , diciembre 2008

[15] En referencia a la letra de una canción de Ismael Serrano “luces errantes”

[16] En referencia al libro de Santiago Kovadloff , “EL SILENCIO PRIMORDIAL”

[17] Anaxagoras

[18] Jaques Lacan , Seminario XVIII , De un discurso que no fuera semblante

[19] En el seminario xx , es que Jaques Lacan , dice que el discurso encalla en lo sexual.

[20] Frase extraída de un verso de Borges escrito para una versión del I’ching

[21] “Diarios” Alejandra Pizarnik

[22] “Escribir” , Margueritte Duras

[23] “La Pasión según G.H” Clarice Lispector

[24] Mi agradecimiento de siempre a Daniel Paola y a Fernanda Restivo

 

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