escrituras , pensamientos, y reflexiones de una mina común...

entre centro y ausencia

31.10.2013 10:51

Gabriela Aristegui

Entre centro y ausencia.[1]

 

 

Un epígrafe que me acompañe en el final…

 

VIAJE DE INVIERNO:

 

 A una profunda grieta, 

Me atrajo un fuego fatuo

 Encontrar la salida

 No importa demasiado

 Suelo errar…

                                                        Wilhem Muller

 

 

 

De la pluralidad del “ellas” a la singularidad de “ella”

 

Entre lo bello y lo doliente, se escribe...

Entre la histeria y lo femenino, se transita…

Entre la metáfora y lo sagrado, el enigma

 Y Entre centro y ausencia, ella…

 

 

Es allí, donde la mujer rota[2] se inscribe, en el entre, lugar donde estaría en juego en  la relación sexual, desplazada…

Esa es la franja  donde se apoya, y se desliza el A, justamente por discontinuarse[3] allí.

Su modo de presencia es entre centro y ausencia. Es entre función falica,  de la cual  participa singularmente, cada quien  a su estilo, y entre gozo ausencia.

Solo el vació de palabras[4] , permite que en ese transitar, ella,  pueda indicar su lugar, y su ausencia simultanea. Significantes en busca de lo que siempre falto y de lo que faltara mas adelante. Es la  insuficiencia de toda afirmación, ella, no- toda, se  afirma, solo a veces…

 

Ingresar a ese enigma que es lo femenino, tal vez sea metáfora, ese es el engaño, siempre planteado para errar…misterio oscuro, al cual solo puede echarse un poco de luz.

Ese es su sitio, ella, se ubica allí, en la promesa de que lo existente no sea absoluto, en el pliegue de lo literal que duplica su apariencia para construir otra escena,  de otro modo.  Entonces… la escribo, metafóricamente.

 

Dicen que es un síntoma para el hombre, tal vez, porque en esa errancia algo de su no-toda queda como no-tomada, sin-toma[5]… allí se crea...creer allí.[6]

Quiero decir, que para que algo de ella emerja, algo del conjunto de ellas tiene que ser extraído, pellizco de arrebato hacia ese universal, para que surja la barra que le dona su no-existencia.

 

 

 

 

Entre Freud y Lacan

 

Hubo un momento en que las mujeres  padecieron ese desamarre, allí se encontraron con Freud o  quizás al revés.  Fue en el instante donde se anuncio la sensación de un fracaso, sin-tomaticamente…

Huellas de la decepción en la redención de los cuerpos...

Ellas que hicieron conjunto: “las histéricas”, reclamaron auxilio, pidieron ayuda del  inconsciente a la voz del cuerpo, como si justamente no fuera del inconsciente que el cuerpo tomara voz[7]…expresión que en sus cesuras insinúa el silencio:   ¿Qué desea una mujer?

 

Es entonces , aun hoy, anacronismos de un sufrimiento ,  que  de lo que se trata es  de  ese entre  , la “mudez” , (transmisión falica que toca el cuerpo) y la musicalidad de la voz,   es  de este modo como  algo adquiere un nuevo  sentido. “Solo le creo a esa única voz…”[8], se canta por ahí…

“Ellas” en su transitar y en el dolor que las atormenta…“comprimidas” por la sentí mentalidad y el odio-enamoramiento,  buscan aquella palabra que diga sobre el amor y el sexo, hablan y trazan su decepción, allí la agudeza, la comicidad  de la trama, como efecto de interpretación[9]  (si es que lo hubiera). De otro modo el destino  de que el amor sea encuentro[10],  es trágico.

 

El cuento

 

Como a todas, A mi también me han contado un cuento, de esos que se llaman clásicos. En ellos, los caballeros (con armadura o sin ella) solían rescatar a mujeres tristes, pobres, con vidas desgraciadas.

Sucedía que tras largas batallas libraban a sus mujeres, del encierro en las torres de sus castillos, las besaban y mágicamente ellas despertaban de sueños profundos, casi parecidos a la muerte…

Ellas eran bellas, piadosas, joviales…habitadas por posiciones que pedían o piden al hombre sobre la solución de su feminidad, ruegan por  un simple significante que las diga, que las rescate de la vacuidad de su enigma…[11]

 

De todos esos cuentos, elijo uno, que se trasmitió oralmente a lo largo de los siglos hasta que se escribió…

 

 La Cenicienta[12]. EL relato

 

“Había una vez…una joven muy bella…que vivía en un país muy, muy remoto….y así se desarrolla la trama (todos conocemos mas o menos esa historia).

 La cuestión es, que en el medio del baile ofrecido por el Rey, para encontrar esposa, Cenicienta, que había asistido a esa cita,  gracias a  un conjuro,  huye perdiendo su calzado de cristal en las escaleras del Palacio. Pues el  hechizo que su hada madrina le había otorgado, se deshacía a la medianoche  (igual  que a muchas de nosotras).

Allí, el Monarca, cautivado por la beldad de esa  joven, ideo un plan  para encontrarla... Se casaría con aquella que pudiera calzarse el zapato.

Envió a sus heraldos a recorrer todo el Reino. Las doncellas se  probaban en vano el calzado, pues no había ni una a quien le fuera bien el zapatito.

Al concluir el día, llegaron a casa de Cenicienta, y cuando por fin pudo  calzar ese zapato, los nuevos amantes se fundieron en un inmenso abrazo y allí se originó el beso. Es de este modo como, el Príncipe se casó con la joven y vivieron muy felices”, y Colorin Colorado…uno podría decir, para algunos,  este cuento se ha terminado.

 

“EL” es el Calzador

 

Es en L’etourdit, que Lacan toma la figura del “calzador” cito:

 

“…en cuanto a las mujeres nada lo guiaba, habla de Freud, aun mas es lo que le ha permitido avanzar tanto al escuchar a las histéricas que se hacen de hombre.  A diferencia suyo, diré yo (Lacan) no obligare a las mujeres a medir con la misma vara en el calzadero de la castración, la funda encantadora que ellas no elevan a significante, aun si el calzadero del otro lado no es solamente al significante, sino también al pie a quien ayuda. Al hacer calzado para ese pie, las mujeres se prestan en ello en ocasión. Que el calzador se recomienda para eso, es algo que a partir de ahí se sigue, pero para que ellas puedan prescindir y esto es   de que no   haya relación sexual…”[13]

 

 Metáfora  exquisita esta , para ubicar aquello que constituye la posición al falo, por más que se lo quiera excluir a “el”,  hay que considerarlo, pues es el calzador.

Hay una relación  que instaura ahí un tercero irreductible. Relación a un terceridad, cuya importancia no es menor en la mujer, ya que no hay toda Mujer, no hay universal de ella, son, somos, particulares, que sin embargo no dejan , no dejamos ,  de tener relación a esa cosa que por momentos se nos  torna totalidad.[14]

 

El amor es puro cuento (uno podría decir.…)

 

Tiene ese costado de ficción, en el cual uno cree y crea ahí, trama que suele fallar…

En el colorin colorado, uno insiste un poco más…mas allá de ese final, ahí el desencuentro, siempre aparece el lapsus entre dos. De ningún modo hay paridad, suele haber tres: “el, ella y el calzador”

 

 

El amor Mayor

 

Lo único que nos rescata , es lo que Lacan llama Amor Mayor  , el amar por autenticidad [15], (falsus) ,  yo te creo , te creo ahí , por ser autentica  , hasta que aparezca el “en-contra” , hasta que algo me de  pruebas de esa falsedad , plantea poéticamente Lacan.[16]

Sucede finalmente, que la armonía resulta siempre falaz, (basta enamorarse para encontrarse con lo disarmonico del asunto), pero yo tengo que pasar, en principio por la creencia de ese cuento, por la afirmación de eso autentico, abrazarse a esa idea, para después considerar su engaño. 

Originalidad de un amor que se encuentra con el equivoco para instalar allí la función falica, allí la barra en el no toda “LA” (/), cuando decimos falo, en la inmediatez de ser nombrado, decimos la mujer no existe.

Es, entonces en esa barra, donde se produce ese pasaje del ellas, al ella, aparición de la tachadura (“el en contra”), aperturando   la posibilidad del invento,  del invento de  un  nuevo significante…aunque siempre sea un instante falaz.

Se ubican, entonces, tres momentos en esta historia, que acompañan los vaivenes del amor y la feminidad.

Un amor autentico, que es un falsus. Un “encontra” y su discordancia.  Y una falacia que permite una apertura hacia la expresión de amor…

 

La palabra de amor

 

Por lo cual lo único que vale es la palabra de amor, ya no es el amor, es el invento de una palabra de amor que origine otro modo de seducción. Es el vestir con la voz, eso que por intervalos es desnudez.

Es en ese movimiento subjetivo de una mujer, donde puede extraer algo del “ellas”, de ese plural que la universaliza. Momento de encuentro con la posibilidad de su tachadura, de su singularidad, de su “ella” que le permita esa palabra que de algún modo la invente a ella también…

El gozo ausencia es eso, no ser deleitada por la ausencia, de un amor, de una palabra in-existente, que la perturbe,  que la entristezca, a ella, a la mujer…

Es trasladar u observar  esa sustracción en el inicio, para que algo se haga trazo y volver a errar... es el epigrafe de la apertura, uno podria leerlo hacia atrás, por otro lado como toda lectura, siempre hacia atrás… “suelo errar…por esa profunda grieta...”, allí uno podría re-escribir de otro modo.

 

Para Concluir...

 

Escribir  sobre lo oscuridad y hasta podría decir intuir esa espesa cerrazón que se recorta en cada trazo  , no la ubica a una del lado de la luminosidad , muy por el contrario , es surcar esa vacuidad con temor y temblor[17] , con el gesto de la soledad , (nadie escribe a dúo...tampoco aquí hay paridad) , guiño hueco , entonces , para traspasar y trasvasar , ese indecible que es la feminidad y el amor … Ya esta , eso es todo[18]



[1] La frase “entre centro y ausencia” Lacan la hace en relacion  a un poema que lleva dicho titulo de Henri Michaux

[2] “la mujer rota” Simone de Beavoir

[3] Justamente por interponerse como A

[4] No hay significante de la feminidad que la nombre.

[5] “La resistencia del Analista” , Daniel Paola

[6] R.S.I, clase 4 “croire y” “le croire”, en la traducción se produce un forzamiento, pues no es literal, igual que en el amor, en la feminidad y en el síntoma, no hay un encaje perfecto.

[7] L'etourdit.

[8] Canción de No te va a gustar “la única voz”

[9] Lo cómico surge como efecto de interpretación, L’etourdit.

[10] Discurso en la Escuela Freudiana de Paris.

[11] Silvia Amigo “De la Practica Analítica , Escrituras”

[12] La Cenicienta , versión de los hermanos Grimm

[13] L’etourdit

[14] Respuesta de Jacques Lacan a una pregunta de Marcel Ritter.

[15] “yo jamás he tenido pruebas de que ella no sea autentica” R.S.I , clase 4

[16] R.S.I , clase 4

[17] En referencia al texto de Kierkegaard

[18] Marguerite Duras “Escribir”

 

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